13.8.06

d i e n t e d e l e ó n



el incendio fugaz, el apremio. todas las virtudes revirtiéndose en alguna parte. de pronto la esperanza, el indicio de que todo tiene un mayor sentido. juntarse los dos en la casa de un amigo. luego los tres armando la sospecha de una posibilidad, un camino. tres o cuatro canciones andando firmes solas, una propuesta o un lago. nada de que hablar. tocar y la ausencia en las seis cuerdas. eres torpe acaso para saber que en tu destino las cosas se fundan? sin embargo hay una máquina de cueros que propicia el ejercicio. y si tuviera voz? ésta quebrando las cosas. ésta en una ráfaga roja gritando todos los principios del universo. hemos decantado el vacío en nuestros instrumentos inmiscuyendo al futuro, el pasado. y es que no tenemos presente, somos la nostalgia que fenece en graves y agudos. luego el gendarme que oculta todo en pedales y seis latidos constantes. la proporción de su trabajo con nuestra plenitud. libertades. andar un domingo por la mañana y tomar desayuno como si nada pasara. pasamayo. malibu 69. el retrato del abuelo comprimido en un auto de ocho cilindros. los graves y agudos que compiten. la voz que salta a llamarnos. la desgracia. el descubrimiento del hijo enfermo, las posibilidades cortas; retorcer a la muerte siendo la muerte misma, el cuchillo en lo alto de una casa aterrada. el principio de la música entre cuatro o cinco pelmazos. la extensa noche nombrando cada continuo. continuo? el estancamiento, la fobia, el error, la incompetencia por todas partes. el amor filtrándose por cinco flancos. conciertos. la voz desaparece a su propio juicio. el nuestro retorciéndose en morbo, legañas y malas palabras. todos los sistemas ordenando nuestra presencia. conciertos. la ausencia que compite con el presente. el presentimiento de un andamiaje mayúsculo. grandes construcciones y a la vez más precipicios. en la sala flavio gritando un lugar entre nosotros, tan metido en la lluvia como en los solsticios. eres el producto de un largo camino que no se concreta. más conciertos. así inicia el trayecto en un carromato amplio del que sabemos habrá que cambiar las ruedas. campo de marte. en jesús maría suceden cosas. será acaso lo que ambos nombres juntos creen ostentar? es nuestra virtud fenecer ante el desgano? ensayos. ausencias. ensayos. largas ausencias. pero el retorno es un convite, la premonición del camino que se perpetua. más visiones. largos tumbos en una alambrada de estrellas. hemos permanecido en un largo letargo. al llegar a casa una lengua lame nuestros instintos, nos sabe entender y quiebra la cola. es como si andará sonriendo en medio de nuestra grasa. él suda y se saca el polo. el otro ajustando sus lentes. golpeas el fuego con tus brazos. cada vez se inmiscuye más tu relación con la nuestra. la esperanza quiebra, dobla a la izquierda. de dónde sacar dinero para que tú camines, para que cantes y bailes con tu hermano entre nosotros. adiós teclado. adiós premoniciones. adiós a quien sostuvo tu mano domador de plumas. adiós planeta diana. eres de los nuestros o te quejas porque el ruido te ama tanto que te persigue? sí. sabes que hemos vuelto a buscarte en una danza oscura, niegas en tu casa tu primer reino. conciertos. aplausos. la gran baba que te busca y alaba. sí, recuerdo una canción del tercer disco de aquella banda. valió la pena la espera? long play. el sacrificio. la muerte del cuerpo blanco. un bulto en la lengua seca. el retorno de la enfermedad. la muerte de las conjunciones. la llave. estar entre más de dieciséis canales y todo se escucha. hemos hecho algo que nos perjudica, nos mancha. detrás de todo conjuro hay un precio. cada uno paga y lo sabe, sin decir nada, sonriendo y acaso el que sostuvo el mayor gasto mantendrá la calma. cada uno pagó un precio demasiado alto. por el uno. por el otro. por los demás tres. el disco. la alabanza, el abrazo, el gran remedio. las burdas palabras. sostuve a tu mujer en mi cama y gimió tan alto que hasta ahora la estela de mi contacto quiebra tus lentes. entre todos. amanecer en un hotel y no llegar a tiempo al ensayo. las nupcias. el desencuentro. la esperanza del sur como poniente. ella también guarda miedos y te hace estar quieto. nada mayor sucede. tu desgano. el nuestro. conciertos. cuál es el espíritu que ahora reina en la mayoría que no atreve a dejarse repeler por todos los flancos? la comodidad gana. el mundo apetece palabras, lamentos. nothing to say. ahora todo transita un rumbo. pero la voz vuelve y demora, se alenta y se torna la estampida interior, regresa la aurora. el proceso gasta mientras todos compiten. una mayor celeridad, un quiebre. la nausea ante todo lo que pasa en esta tierra. el desconocimiento, la fobia. la pulpa de nuestras manos roe la calma pero nadie lo dice. una o dos menciones, más palabras. el falso andamiaje. la plenitud. el instinto por llegar al cielo. la línea. un mayor sacrificio intercede. no es tu razón la que gobierna tus actos; es el conglomerado de fuerzas que sustituye a la gran voluntad y la vuelve perpetua. el firmamento es una marcha, nosotros las trompetas del juicio. cero voluntad ahora, pura metonimia. cambiar, repeler, ostentar un nombre del que apenas se tuvo consecuencia. uno está loco y perpetua su desgano. el otro es burdo y se cansa. uno más no tiene tiempo. el final se flagela, simplemente no ha visto que puede. la ventisca. el mar. humillemos! las mismas disonancias de una gloria que compite y jamás gana. la idea. el intento superior. restituir su goce con violencia y párpados celestes que recubran la mancha, esa mancha que dejamos en sus ojos, sus armas, convalecer de una ventisca que antecede al genio. inventar es propio de malsanos. el grito se contrae, se enerva. recordar frente al aviador el intento de matar a los hijos y a su madre, que todo caiga en piezas y muera. en esta raza las cosas pierden sentido, los hombres vagan insistiendo en su oscuro deseo. todo es un vago recuerdo de hace diez años para el resto. la marcha sigue, precede a la tormenta y en sus cascos, cuatro piezas inconexas buscan destronar otra vez al tedio más burdo, más allá del cielo gris. más acá se blanden espadas y así la lucha se contiene. hay un camino tortuoso por el que ya nadie pasa. dónde quedaron los años en que de una flor el ruido crecía? ahora todo eso es basura. estrellas, dónde quedó el riesgo? si al menos se juntaran nuestras manos al cielo en una procesión que haga temblar la tierra. y si alguien al menos soñara con nosotros ese estúpido cambio, la excusa de cada latido pero demasiados bandos, banderas, demasiadas reminiscencias de un pasado quebrado. conciertos. el estruendo de manos crece mientras los brazos sangran. brazo derecho. octava fusa del amanecer. adiós marcial w. bravo: tragamos tus cejas para que nadie nos ampare, para andar entre los hombres a diez mil revoluciones por minuto; vencer al mal que plaga la tierra quieta en que nacimos. la ciudad siempre cobija mierda de poca monta. la bestia! en verdad estos parecen los últimos días. en su claridad, el tuerto mira lejos mientras el vidente se contagia de una risa que tulle sus labios, hasta volverlos piedra.

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